jueves, 2 de agosto de 2012

El Aikido en Mindfulness ( entrega II)


Introducción

En una pretérita entrada en este blog, hemos publicado un artículo de interés general que relacionaba al Mindfulness con el Aikido. En esta oportunidad, presentamos la segunda y última parte del informe.
Aquel interesado en leer la primera entrada antes de adentrarse en la lectura de este material, puede hacerlo haciendo click en el link que a aparece a continuación:



Posibles herramientas del Aikido en Mindfulness

Echaremos un vistazo con mayor detalle del modo en que podemos conseguir una comunicación asertiva, consciente y más compasiva.


- Alinearse: En el caso del Aikido, uno empieza acercándose y aceptando la interacción, en lugar de evitarla o someterse al ataque de la otra persona. Y un modo de hacerlo consiste en darse cuenta de que el agresor se siente desequilibrado e intranquilo. Trate de meterse en la piel de la otra persona y pregúntese cómo se sintiría si, en ese momento, se hallase en su misma situación. 

Considere también qué problemas pueden haberle llevado hasta ahí. Resulta esencial, para alinearse, ejercitar la escucha atenta -no sólo a las palabras, sino también a las emociones que hay detrás de ellas y que, muy a menudo, se reflejan en su tono de voz- . Y si no tiene clara la razón del ataque, inquiera sinceramente los sentimientos y creencias que la otra persona pudiera tener sobre la situación. Para ello, por ejemplo, podría decir  "Me gustaría entender mejor tu punto de vista. Cuéntame lo que, en tu opinión, está ocurriendo". Lo que podría aclarar las cosas y ayudarle a alinearse mejor. Y ésta es la actitud que también siembra, por otra parte, las semillas de la empatía, la compasión y la conexión.

- Coincidir: Descubra aquellas áreas en las que las personas puedan estar de acuerdo a coincidir en alinearse y empezar a moverse en la misma dirección. La escucha atenta le ayudará a identificar la presencia de alguna preocupación, emoción o necesidad que esté en relación con lo que la otra persona esté sintiendo. No haga cosas que no sean ciertas para parecer que empatiza y vea tan sólo si, a la luz de la situación, puede entender los sentimientos de la otra persona. Bien podría, en este sentido, concluir algo así como "Yo también estoy preocupado por las cuestiones económicas. Andar corto de dinero también me asusta y me pone nervioso" o "Yo también, si me trataran así, me enfadaría" o "Yo también estoy decepcionado con la situación".
Advierta que cada una de estas afirmaciones empieza con un "yo". Recuerde hablar sólo de usted mismo, porque cuando creen qeu se les está culpando, las personas tienden a defenderse.

-Reorientar: Aquí es donde la interacción empieza a moverse en una dirección más positiva. En tal caso, por ejemplo, podría decir "¿Qué podríamos hacer, si ambos estamos decepcionados por la situación, para mejorar?" Ahora ya no juegan en equipos diferentes, sino que forman parte del mismo equipo y trabajan juntos para encontrar la forma más adecuada de resolver la situación.



- Resolver: Esto no necesariamente implica una resolución. Aunque, en este estadio, uno no sabe hacia dónde se dirige la situación, al menos está conectado y se mueven en la misma dirección. En este punto podrían empezar a explorar la que podría ser una solución de compromiso o llegar, al menos, a coincidir en el desacuerdo. Quizás podría decir: "¿No te parece que, si comiera menos veces fuera de casa, podríamos contratar una asistenta y pasar más tiempo juntos?". 

También podríamos buscar una solución provisional y comprometernos a revisarla cada cierto tiempo para ver cómo sigue funcionando. Y siempre podemos, si somos incapaces de coincidir, revisar el problema y encontrar algo en lo que coincidir.

Reflexiones conscientes

Cuando tomamos la decisión de alinearnos con la energía de otra persona debemos estar centrados y atentos a nuestro propio estado, aun en el caso de que haya, en él, miedo o enojo. Una forma de advertir si estamos reaccionando consiste en prestar atención a nuestro cuerpo.  Si hay algo tenso, probablemente estemos reaccionando a nuestra incomodidad y tratando de evitarla o ignorarla. Utilice esas sensaciones físicas como indicio para reconocer el despliegue de pensamientos y sentimientos y regrese al momento presente sintonizando con el vaivén de la respiración. Cunado nos centramos y permanecemos presentes abrimos un espacio para no reaccionar descuidadamente y responder de un modo cada vez más atento y creativo. Sea, como siempre, paciente y compasivo consigo mismo y no olvide que el Aikido de la comunicación requiere tiempo y práctica. Quizás, al comienzo, se descubra reaccionando con miedo y enfado. Cunado tal cosa ocurra, déjelo simplemente ser e invítese a participar en el proceso de entrar y fundirse.





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