sábado, 21 de abril de 2012

Mindfulness te conecta: No somos islas



 Cuando reconocemos que podemos
vernos en los demás, cada relación
se convierte en una herramienta
para evolucionar nuestra conciencia.

-Deepak Chopra
El ser humano es un animal social

Por más que vengamos solos a este mundo y solos nos vayamos de él, la mayoría de nosotros somos seres sociales y necesitamos a los demás para sobrevivir.Basta, para caer en la cuenta de esta realidad, con contemplar el mundo que hemos creado, lleno de carreteras y medios de comunicación que nos conectan y de incontables quehaceres grupales, desde la agricultura hasta la educación, la ciencia y la tecnología.


Los seres humanos buscamos el apoyo y la interacción con los demás para aprender, crecer y compartir con ellos. Y aunque el universo sea inmenso, nos resulta inaccesible y sólo contamos, al menos por el momento, con nosotros y el resto de los seres que pueblan este planeta.

Bienestar es dar y recibir amor compasivo

Una de las cualidades más profundas y satisfactorias del bienestar es amar y ser amado y existe, de hecho, un grupo creciente de investigación que subraya la gran importancia, para la salud física, del amor y la conexión.

Por ejemplo, el DR. ORNISH, es un cardiólogo que desarrollo un enfoque trascendental para invertir la enfermedad cardíaca, escribió un libro sobre la importancia de las relaciones amorosas, llamado "Love and survival" (1998).



Si conociéramos el último porqué de las cosas,
tendríamos compasión hasta de las estrellas.

-
En este trabajo, de índole pionera en su área, cita numerosos estudios, cuyo factor común, es la demostración científica de que el hecho de ser amados, amar y conectar con los demás alienta la salud y el bienestar y puede aumentar incluso la longevidad y la resiliencia a la enfermedad. En un estudio muy interesante (replicado varias veces) se puede constatar que los ancianos que tienen mascotas y/o plantas para cuidar, tienden a vivir más que aquellos que no tienen a quien cuidar y brindar su cariño.

Otros estudios han puesto de relieve que las personas que tienen relaciones significativas y consideran que su vida tienen sentido viven más -y, lo que es más importante, son felices- que aquellos humanos que  no tienen a quien cuidar. Y lo mismo podríamos decir con  respecto a quienes volvieron a su comunidad o conectaron con algún tipo de espiritualidad (aquí, vale la pena aclarar que espiritualidad no es sinónimo de religión).

Mindfulness promueve amor y compasión

A medida que avanzamos en nuestro viaje interno de Mindfulness y meditamos, establecemos una conexión mejor con nosotros mismos, llegando a vernos con más compresión y compasión y permaneciendo más en contacto con nuestros objetivos vitales, nuestras actividades y pasiones; y lo que hace que la vida nos resulte importante. Esta conexión con nosotros mismos es un excelente punto de partida para la conexión profunda y genuina con los demás.

Entender esta conexión va mucho más allá de las relaciones que mantenemos con nuestros semejantes. Este es uno de los regalos de la meditación de la bondad compasiva (metta) que se practica en el encuadre experiencial de Mindfulness: La conciencia en expansión nos conecta con todos los seres vivos, y en el fondo, con todo el universo. Pero este tipo de meditación especial que desarrolla la compasión y la bondad empieza con uno mismo -y por extensión con todos los seres sensibles.


Amar no es solamente querer,
es sobre todo comprender.

- Françoise Sagan
Todos tenemos un lugar en este mundo y resulta extraordinario poder disfrutarlo.
No es necesario ser famoso, ni hacer algo que  el mundo considere grande o importante.


De hecho, la ambición y la sed de logro y reconocimiento carecen de fondo y alientan, en última instancia, el orgullo y el envenenamiento, generando mucho sufrimiento.

El camino para descubrir nuestro objetivo y encontrar paz pasa por nuestro corazón; integrándolo a nuestra mente. Mente y corazón son uno. Eso es Mindfulnes: el camino de la mente y el corazón en forma integrada.

San Isaac de Nínive nos invita a pensar:

(procura) "Estar en paz con tu alma, porque entonces los cielos y la tierra estarán en paz contigo. Esfuérzate por entrar en la sala de los tesoros que hay en tu interior y descubrirás que estás en los salones celestiales. Aquélla y éstos son lo mismo, y sólo hay para ambos una sola entrada. La escalera que conduce al Reino está oculta en tu alma. Zambúllete en tu interior y descubrirás, en el centro de tu alma, las escaleras por las que debes ascender"(Oman, 2000, pp 251)

No hay comentarios:

Publicar un comentario