miércoles, 7 de marzo de 2012

El Monje y el Psiquiatra: Una conversación entre Dalai Lama y Aaron Beck

El Monje y el Psiquiatra: Una conversación entre Tenzin Gyatso, el 14o. Dalai Lama, y Aaron Beck, fundador de la Terapia Cognitiva


Por si no lo conoces, te presentamos a Aeron Beck:
http://es.wikipedia.org/wiki/Aaron_T._Beck




Budismo y terapia cognitiva: El Monje y el Psiquiatra
En su encuentro, Beck y el Dalai Lama discutieron muchas áreas en común. El primer tema fue el de los pensamientos negativos. Para ambos, los pensamientos negativos son producto de una mente equivocada que interpreta erróneamente la realidad. Los budistas usan la meditación analítica para descubrir estos errores, y tienen una variedad de técnicas para transformar una visión negativa de la realidad en una más objetiva, realista y saludable. Para Beck, el análisis cognitivo del odio casi siempre revela distorsiones en el pensamiento.
Para ambos, el desarrollo de la compasión por los demás y el distanciarse de los pensamientos negativos tienen un gran efecto en reducir sentimientos hostiles hacia los demás. Al comentar el libro de Beck Prisioneros del odio (un análisis cognitivo del origen del odio, la hostilidad y la violencia) el Dalai Lama consideró al libro como “literatura budista”. 


Ambos coincidieron en señalar cómo los apegos a lo material e impermanente nunca conducen a la felicidad, sino a generar una mente insaciable que constantemente buscar conseguir más y más. Los apegos y aferramientos descritos en la literatura budista son similares a la adicción a los objetos materiales descrita en la literature cognitiva. Lo material, sin duda, puede producir placer temporal, pero nunca asegura la felicidad. 

Otra área de gran coincidencia entre ambos es la del análisis del dolor y el sufrimiento. Ambas tradiciones establecen una diferencia clara entre el dolor (algo inevitable en nuestras vidas) y el sufrimiento (las reacciones emotivas al dolor, subjetivas y más sujetas a nuestro control). Para enseñar la diferencia entre el dolor y el sufrimiento, el Buda uso la analogía de las dos flechas. Si a una persona le cae una primera flecha, siente dolor. Si esa persona tiene una mente poco instruída, no sólo experimenta el dolor del flechazo, sino tambien reacciones emotivas asociadas: desesperación, angustia y desazón. Es, decía el Buda, como recibir dos flechazos: el primero produce dolor, y el segundo produce sufrimiento. Muchas veces, la segunda flecha es más destructive que la primera. Para Beck, este enfoque es idéntico al de la terapia cognitiva,
donde se instruye a los pacientes a distanciarse emotivamente del dolor físico para minimizar su impacto.

En resumen, hay al menos tres grandes areas de convergencia y entendimiento entre el budismo y la terapia cognitiva:
Primero, tanto la terapia cognitiva como el budismo buscan erradicar el sufrimiento y lograr el bienestar.
En segundo lugar, ambas tradiciones profesan la firme convicción de que nuestras emociones no son resultado de hechos reales, sino de la forma en que nuestras mentes procesan estos hechos.
Y en tercer lugar, tanto el budismo como la terapia cognitiva usan técnicas parecidas para entrenar la mente a ver el mundo con claridad y objetividad, y no a través de valores, asunciones y distorsiones que generan sufrimiento. Los budistas practicantes y los terapeutas cognitivos comparten (muchas veces sin saberlo) el mismo objetivo: entrenar la mente para erradicar el sufrimiento y alcanzar la felicidad. Dice Aaron Beck: “En base a mis lecturas y discusiones con Su Santidad [el Dalai Lama] y otros budistas, estoy impresionado con la idea de que el budismo es la filosofía y psicología más cercana a la terapia cognitiva, y vice versa”. 


Beck identifica las siguientes áreas en común entre el budismo y la terapia cognitiva:
1. Ambos buscan el mismo objetivo: eliminar el sufrimiento y la insatisfacción, lograr la serenidad y la paz interior.
2. Ambos tienen los mismos valores. Le dan mucha importancia a la sabiduria, la compasión y el entendimiento, y a aceptar a los demás. Fomentan el altruísmo y no el egoísmo. Favorecen el método científico sobre la superstición.
3. Ambos identifican a las mismas causas de la insatisfacción y el sufrimiento: la mente asocia ideas negativas a ciertos eventos de nuestras vidas. La mente experimenta odios, apegos, envidias y deseos basados en la ignorancia.
4. Ambos utilizan métodos similares para entrenar y calmar la mente. Usan técnicas cognitivas como la introspección, la reflexión, la identificación de pensamientos distorsionados y el uso de varios ejercicios mentales.
5. Ambos le dan un gran valor a generar y cultivar un estado de alerta y atención mental (”mindfulness”) con probados efectos terapéuticos.

El budismo y las neurociencias

Para muchos, el budismo es, mas que una religión, una ciencia de la mente. El budismo rechaza dogmas, promueve la experimentación y el empiricismo. Es emintemente práctico. Con estas características, no llama la atención el entusiasmo que despierta entre la comunidad científica occidental. Para Albert Einstein, “si hay una religión que pueda absorber las necesidades de la ciencia moderna, es el budismo”. 

El interés del Dalai Lama en las neurociencias es no sólo teórico, sino práctico. Sus contactos con científicos alrededor del mundo han contribuído al desarrollo de un diálogo muy fructífero entre los monásticos (practicantes de la meditación y de los métodos budistas) y especialistas en la biología del sistema nervioso. En el 2005, el Dalai Lama fue el invitado de honor en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Neurociencias, en donde presentó sus ideas sobre “La Ciencia y Aplicaciones Clínicas de la Meditación”. Con su ayuda, científicos de la Universidad de Wisconsin han empezado a estudiar la neurobiología de la meditación en monjes budistas con hasta 50,000 horas de práctica contemplativa. Estos monjes, traídos a Wisconsin desde sus aislados monasterios asiáticos, han permitido confirmar que los ejercicios mentales causan cambios en la anatomía y fisiología del sistema nervioso central. Las imágenes por SPECT (single photon emission computerized tomography), los sofisticados electroencéfalogramas multi-canales y las resonancias magnéticas funcionales de los cerebros de estos monjes budistas muestran sorprendentes cambios neurofisiológicos muy significativos como resultado de su práctica de la meditación.

La meditación y la práctica clínica: el concepto de “mindfulness”

Dado que el budismo busca eliminar el sufrimiento y alcanzar la felicidad, es una disciplina afín a las ciencias de la salud mental, como la psicología y la psiquiatría. Quizás el concepto de mindfulenss, tan presente en el budismo (aunque no único a esta disciplina) sea la idea que más ha calado en la psicología occidental, el más estudiado, y el que más aplicaciones clínicas ha tenido.

Mindfulness es una palabra inglesa con difícil traducción al español. Es la práctica de estar alerta y prestar atencion en el momento, en el presente, y sin prejuicios, a lo que tenemos en mente. Cualquier pensamiento, emoción o sensación en nuestras mentes es aceptado tal cual. Mindfulness requiere regular nuestra atención para mantenerla en la experiencia inmediata y reconocer eventos mentales en el momento presente.Los eventos mentales son observados y aceptados abiertamente, sin darles ningun valor especial, y sin las distorsiones mentales producto de asunciones o prejuicios. Este es un componente esencial de la psicología budista, y es parte del Camino Octuple para llegar al Nirvana. A pesar de ser parte esencial del budismo, mindfulness no es un concepto religioso. Es más, no es ni siquiera un concepto espiritual. Es, en realidad, un concepto puramente cognitivo, reconocido y estudiado hace mucho por la ciencia occidental, y que tiene varias aplicaciones prácticas. El estudio sistemático y las aplicaciones clínicas de mindfulness han sido el puente entre científicos occidentales y los monjes budistas. 

En la actualidad, este concepto ha sido incorporado a la práctica de la psicología clínica de varias escuelas, incluyendo a la Gestalt, la Terapia de Aceptación y Compromiso (Acceptance and Commitment Therapy, ACT), la Terapia Dialéctico-Conductual (Dialectical Behavioral Therapy, DBT) y a la terapia cognitiva. Dentro de esta última, destacan las aplicaciones conocidas como Mindfulness Based Cognitive Therapy (MBCT) y Mindfulness Based Stress Reduction (MBSR). 
Las aplicaciones clínicas de terapias basadas en mindfulness han demostrado ser de utilidad en el tratamiento del dolor crónico, la depresión, la ansiedad, las farmacodependencias y las conductas suicidas recurrentes. MBCT es una combinacion de la terapia cognitiva tradicional y las técnicas de mindfulness. MBCT ha sido exitosa en el tratamiento de la depresión y la ansiedad y, especialmente, en la prevención de episodios depresivos en pacientes en remisión. MBSR, desarrollada en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts por Jon Kabat-Zinn, ha sido utilizada con éxito en el tratamiento de la ansiedad, la depresión y el dolor crónico. Su uso es complementario al uso de la farmacoterapia, y, combinadas, tienden a dar los mejores resultados. Actualmente, se practica de una u otra forma en muchos hospitales y clínicas alrededor del mundo, y es objeto de continua investigación.

CONCLUSIONES
El budismo, con 2500 años de existencia, ha sido y sigue siendo una fuente sorprendente de ideas y conceptos aplicables a nuestra salud mental. Al tener como objetivo central el enseñarnos a dejar de sufrir, el budismo es inmediatamente atractivo para cualquier especialista en salud mental dedicado a tratar pacientes con una variedad de trastornos psicológicos. Los principios budistas tienen mucho en común con lo que predica la terapia cognitiva, como se aprecia en el diálogo mantenido por sus más destacados representantes.
En el último siglo, el budismo se ha hecho más y más conocido en el mundo occidental, despertando la curiosidad intelectual de filósofos y científicos en muchas áreas de la ciencia moderna. El Dalai Lama ha jugado un papel protagónico en difundir las ideas budistas y sus implicancias para la ciencia en occidente. Participa anualmente de conferencias organizadas por el Mind and Life Institute, una organización puente entre científicos occidentales y monásticos contemplativos. Se reúne con frecuencia con filósofos, físicos, genetistas, neurocientíficos, psicólogos y psiquiatras en busca de un diálogo mutuamente enriquecedor.

Desde su primera visita a occidente en 1973 (en la que visitó un observatorio astronómico en Cambridge, Inglaterra) ha mantenido un diálogo sin precedentes con representantes de la ciencia occidental. La psicología y las neurociencias se han beneficiado enormemente de este diálogo, y el futuro es aún mas prometedor. Desde las aplicaciones básicas como el mapeo cerebral de los efectos de la meditación y la compasión, hasta las aplicaciones clínicas de la meditación y del concepto de mindfulness, se han abierto nuevos horizontes gracias al encuentro de dos mundos y visiones (la ciencia occidental y las tradiciones budistas orientales) que, aunque a primera vista disímiles, terminan siendo sorprendentemente similares y complementarios en objetivos y métodos.

A continuación, en el siguiente enlace, usted podrá ver y escuchar la conversación entera entre estas dos mentes brillantes de nuestro tiempo:

http://www.tpccpg.com/beck/MeetingOfTheMinds.html


En buena Fe:
El texto que usted leyó pertenece a Luis Giuffra (Profesor Auxiliar de Psiquiatría Clínica.Washington University. St. Louis, Missouri. USA.)

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