La práctica de Mindfulness mejora nuestra "ortografía emocional" |
En otras palabras el poder del pensamiento tiene función directa sobre nuestro organismo, porque de nosotros depende estar tristes o alegres, con una actitud positiva hacia la vida y hacia cada instante que vivimos, a veces creemos que los problemas son monstruos enormes de mil cabezas y 30 metros de altura y que nos engullen fácilmente, pero eso también es una simple percepción cerebral.
En base a sus años de experiencia el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene saber y sobre todo poner en práctica.
Las actitudes R: resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión, son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas R generan actitudes D: depresión, desánimo, desesperación, desolación.
En cambio, las conductas con S: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, sociabilidad, sedación, son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A: ánimo, aprecio, amor, amistad, acercamiento.
Como decía el poeta Rabindranath Tagore: “Si tiene remedio, ¿de qué te quejas? Y si no tiene remedio, ¿de qué te quejas?” yo añado “Simplemente Sonríe porque tus problemas pasarán como llegaron”.
Vídeo en el que se presenta en forma audio-visual el alfabeto emocional
Muy interesanteeeeeeeeee!
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