miércoles, 21 de diciembre de 2011

Uno es más que los alimentos que come

Introducción

Los avances en la investigación científica desde finales del siglo XX refuerzan la comprensión de que nuestros cuerpos influyen en nuestras mentes, y nuestras mentes en nuestros cuerpos. Se ha demostrado que saltarse el desayuno entorpece la memoria de los estudiantes e influye en sus notas. Y se ha demostrado que la actividad física afila el pensamiento, reduce la ansiedad y la depresión y refuerza la memoria.


La mente también ejerce un poderoso influjo en nuestros cuerpos.



En situaciones estresantes, nuestros cerebros despliegan la respuesta para evasión o enfrentamiento para ayudarnos a afrontar la amenaza. Nuestro sistema nervioso simpático se activa, estimulando la liberación de las hormonas glucagón y cortisol, que aumentan la energía cerebral y muscular, ayudándonos a tomar la decisión correcta y escapar del peligro. Más recientemente, la investigación ha descubierto que el riesgo de ataque al corazón aumenta tanto en hombres y mujeres cuando se disparan los niveles de ansiedad, irritación o los síntomas más generales de la angustia. Por lo tanto, para alcanzar el bienestar, necesitamos velar no sólo por nuestro cuerpo sino también por nuestra mente. La práctica de Mindfulness es fundamental para comprender la interdependencia de cuerpo-mente.

Lo mismo se aplica al control de peso. Mantener el peso bajo control, significa, ciertamente, prestar atención al cuerpo: tomar más decisiones saludables en lo relativo a la alimentación, reducir el tamaño de las raciones y hacer más ejercicio. Pero ninguno de estos cambios corporales tendrá lugar, o se mentendrá  a largo plazo, si nuestra mente no está bien alimentada con pensamientos nutritivos que nos ayuden perseverar a largo plazo, y esto se aplica, en primer lugar, a los asuntos que originaron nuestro aumento de peso.
Esta explicación correría una suerte distinta en los casos en donde las personas se preocupan a un nivel tal por su cuerpo físico, que al no cultivar una mente saludable y altruista, terminan tranformando lo que es una sana costumbre (mantenerse en forma) en una obsesión por el cuerpo material.

Cuando la mayoría de los científicos piensan en nutrientes, imaginan alimentos como las nueces, las frutas y verduras; bebidas como zumos o leche, y en proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Sin embargo, las tradiciones espirituales (especialmente la budista, cuyo foco en la nutrición tiene un papel destacado), tienen un entendimiento más global de la alimentación y los nutrientes.




Distintas impresiones

Además de los alimentos y bebidas que pueden ingerirse -los nutrientes que sostienen nuestro cuerpo y alimentan nuestro cerebro- hay otros tres tipos de nutrientes que nos permiten llevar una salud y el bienestar de cuerpo-mente. Estos otros nutrientes son los siguientes:

- Las impresiones de los sentidos: Lo que vemos, oímos, saboreamos, olemos, tocamos y pensamos.

-La volición: Nuestras motivaciones internas, nuestros deseos más profundos.

-La conciencia: la totalidad de todo cuanto hemos pensado, dicho o hecho a lo largo de nuestras vidas, así como el conocimiento, las costumbres, capacidades y percepciones de nuestros ancestros. Así pues, la conciencia es tanto individual como colectiva.

Si experimentamos un problema en nuestro cuerpo o una perturbación en las emociones o en la mente, tenemos que identificar qué tipos de nutrientes nos han llevado a ese estado negativo. Una vez identificados, podemos dejar de ingerirlos y curar las zonas problemáticas. Por ejemplo, si nos enfadamos o nos ponemos nerviosos o tristes con facilidad, lo que provoca una alimentación excesiva a causa de la frustración, tenemos que observar profundamente para descubrir qué ha despertado nuestra ira, nerviosismo o tristeza: ¿Qué alimentos hemos tomado? ¿Qué tipo de datos sensoriales hemos recibido? ¿Qué intenciones nos impulsan y cuál es el estado de nuestra conciencia en este momento y en tanto acumulación de experiencia en el curso de nuestra vida? Quizá hemos leído brillantes revistas llenas de anuncios de ropa y accesorios (o una revista de autos, de teléfonos celulares, viajes espirituales u otras mercaderías) que no podemos permitirnos y no necesitamos, y esto nos ha angustiado y nos ha hecho sentir incompetentes. Quizá nos sintamos frustrados porque nuestros seres queridos no actúan como querríamos, lo que despierta nuestro enfado y resentimiento.

Una vez indentificados los nutrientes que resultan dañinos para nosotros o a los demás, podemos trabajar para cambiar nuestras acciones y encontrar maneras más saludables de afrontar nuestros obstáculos. Esto no sólo favorecerá nuestro bienestar sino que impedirá que engullamos calorías para combatir nuestras emociones negativas.

Mindfulness es el arte de darse cuenta
Todo este "darse cuenta"; es mucho más fácil si practicamos Mindfulness. Mindfulness nos trae al momento presente, con atención plena y sin juzgar, evitando reaccionar a los estímulos tanto internos como externos. Al percatarnos de nuestra conducta, sin enfadarnos, podremos felicitarnos por habernos dado cuenta y haber tomado una decisión conscientemente.



La satisfacción de tomar decisiones en forma consciente, no se puede explicar, como tampoco se puede explicar cómo cambia el regristro de nosotros mismos mediante ésta práctica. Al ser una práctica, sólo se puede practicar; y el único momento en el que uno puede practicar y darse cuenta, es en el presente, aquí y ahora.
Las intervenciones Mindfulness para los problemas de sobre-peso o trastornos de la alimentación, mediante el desarrollo de éste tipo especial de atención, es que optimizan y mejoran los tratamientos convencionales. Pero bajo ningún punto de vista, se puede pensar que sólo Mindfulness puede reemplazar un abordaje interdisciplinario e integral de los problemas mente-cuerpo. No obstante, muchas personas reportan mejorías significativas en sus problemas de alimentación con el mero hecho de practicar Mindfulness.

ESTA ENTRADA SIGUE EN EL CAPITULO 2

PRIMER NUTRIENTE


- Si estás interesado en saber cuáles son las fuentes bibliográficas de esta entrada o te gustaría llevar adelante un plan de alimentación Mindfulness o aprender medios para transformar tu dieta más vegetariana, escribe a mindfulnesspilar@gmail.com

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