Aunque válida es la siguiente aclaración: No siempre resulta sencillo sentarse a observar nuestra neurosis y nuestra conducta problemática, porque lo más frecuente es que no concuerde con la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Este proceso, puede ser –en forma lúdica- simbolizado como someterse a una cirugía cerebral sin anestesia.
Este proceso, puede ser –en forma lúdica- simbolizado como someterse a una cirugía cerebral sin anestesia.
Es muy difícil sentarse a observar imparcialmente en una sala de espejos nuestros miedos, nuestras vergüenzas, nuestras culpas y otros contenidos internos; aunque nos sean familiares no los hace menos oportunos. Y a veces, esos contenidos internos, gracias a la consciencia plena desarrollada por la acumulación de horas de práctica de Mindfulness son mejores y más profundamente percibidos, es como aumentar el azoom de los anteojos, pero en este caso en vez de sumarle potencia a nuestros anteojos se lo sumásemos a nuestra mente.
Es decir, gracias a ésta práctica podremos ver con mayor detalle y profundidad nuestros contenidos internos, mientras que a su vez, la acumulación de calma mental, nos permitirá no reaccionar a los mismos en forma automática, para poder luego operar con diligencia, ecuanimidad, empatía, sentido del humor y sabiduría.
Mediante los entendimientos anteriormente mencionados, usted podrá experimentar la felicidad a la que en esta vida todos los seres sintientes aspiran.
Es decir, gracias a ésta práctica podremos ver con mayor detalle y profundidad nuestros contenidos internos, mientras que a su vez, la acumulación de calma mental, nos permitirá no reaccionar a los mismos en forma automática, para poder luego operar con diligencia, ecuanimidad, empatía, sentido del humor y sabiduría.
Mediante los entendimientos anteriormente mencionados, usted podrá experimentar la felicidad a la que en esta vida todos los seres sintientes aspiran.
El Mindfulness nos abre un espacio en el que podemos dar un paso atrás para poder contemplar sencillamente el despliegue de heridas, rechazos y fantasías mentales que emergen y acaban desvaneciéndose. Así es como, con el paso del tiempo, aprendemos a reconocer sentimientos y pensamientos difíciles, vemos con mayor claridad su origen y experimentamos profundos estados de aceptación y paz. Si bien, los cambios cerebrales que Mindfulness produce, tienden a durar en el tiempo, una práctica diaria facilita el asentamiento de dichas facultades, llegando un día en el que no podríamos imaginar la vida de otra manera que no fuera con consciencia plena, momento a momento, experimentando una profunda y duradera paz interior, con intensa afinidad al bienestar.
"No hay camino para la paz, la paz es el camino" - Gandhi |
Aunque el descubrimiento de nuestro corazón sea un camino difícil y noble, quizás llegue un momento en el que nos digamos “¿Acaso hay algo mejor que hacer?”.
La siguiente cita cuya autoría es de Wendell Berry, es una copia textual desde el libro “La práctica de la atención plena” de Jon Kabat Zinn (2007, 15):
“Quizas, cuando ya no sepamos qué hacer,
emprendamos nuestro auténtico trabajo y,
cuando ya no sepamos a dónde ir,
iniciemos nuestro auténtico viaje”
En el libro “La paz está a cada paso” el monje vietnamita e incansable activista por la paz Thich Nhat Hanh, afirma “Cada paso y cada respiración atenta que damos establece la paz en el momento presente e impide la guerra en el futuro. La transformación de nuestra consciencia individual inaugura el proceso de transformación de la conciencia colectiva” (2003, 56)
¿Podríamos acaso traer la paz al mundo si no empezásemos con nosotros mismos?
La siguiente cita cuya autoría es de Wendell Berry, es una copia textual desde el libro “La práctica de la atención plena” de Jon Kabat Zinn (2007, 15):
“Quizas, cuando ya no sepamos qué hacer,
emprendamos nuestro auténtico trabajo y,
cuando ya no sepamos a dónde ir,
iniciemos nuestro auténtico viaje”
En el libro “La paz está a cada paso” el monje vietnamita e incansable activista por la paz Thich Nhat Hanh, afirma “Cada paso y cada respiración atenta que damos establece la paz en el momento presente e impide la guerra en el futuro. La transformación de nuestra consciencia individual inaugura el proceso de transformación de la conciencia colectiva” (2003, 56)
¿Podríamos acaso traer la paz al mundo si no empezásemos con nosotros mismos?
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