jueves, 16 de agosto de 2012

Mindfulness para sanar nuestras relaciones

Vivir plenamente nuestras relaciones importantes

Con el objetivo de responder a la demanda de nuestros alumnos y pacientes estamos emprendiendo un viaje sobre las posibles relaciones entre el Mindfulness y las relaciones interpersonales.






Mucho hay por escribir y contar al respecto, pero desde una visión "Mindful" lo más importante es sumergirse en la experiencia directa. Transitar las múltiples oportunidades que se desenvuelven a medida que nos vamos relacionando con otros seres humanos, en momento presente y sin juzgar.



En una pretérita entrada publicamos algunos conceptos fundamentales que nos instaron a evaluar y revisar nuestro pasado con el fin de comprender si el mismo nos está limitando o si -por el contrario- nos está posibilitando gozar plenamente de una "salud social". El nodo de esa entrada es el apego. 
Inferimos -a su vez-  mediante nuestra experiencia en Mindfulness y como psicólogos clínicos que si un apego no adaptativo nos imposibilita una plena función social, lo más aconsejable  es comenzar una psicoterapia complementada con una sólida y diligente práctica de Mindfulness.

En esta oportunidad, invitamos a nuestros amigos a profundizar en la práctica de Mindfulness y tomar mayor consciencia en nuestras relaciones importantes. Ese es el objetivo de esta entrada.
Más allá de nuestras limitaciones, existen infinitas posibilidades para vivir plenamente nuestra vida en sociedad, con consciencia, momento a momento, en forma ecuánime y compasiva, comprendiendo la intrínseca interconexión entre todos los seres sintientes (ésta, es la propuesta: vivir  nuestras relaciones interpersonales, con apertura y consciencia plena).



¿La física en el mundo de las relaciones humanas?

En 1951 Bohm publicó un interesante libro en el que redefinió el modo en que entendemos la física y desde ese aporte, también tuvimos que resignificar las relaciones humanas. A su vez, la física demostró que los proceptos budistas en cuanto la naturaleza interconectada de los seres humanos es algo ya científicamente demostrable: Estamos todos interdependientemente conectados.




Bohn explicó que si separásemos una partícula atómica en dos sub-unidades  y las enviásemos a extremos opuestos del mundo o incluso del universo, el cambio del espín de uno de ellos se reflejaría instantáneamente en el cambio del espín del otro. Desde entonces, esa teoría, que se conoce como teoría de la "No Localidad" se ha visto reiteradamente corroborada por la investigación empírica, poniendo cada vez más de relieve la profunda interconexión que nos une. 
Cabe preguntarse ¿de qué forma puede la atención plena a nuestras acciones afectar a nuestras relaciones cotidianas?



Tal vez resulte tentador llevar a cabo una especie de balance de nuestras relaciones cotidianas en el que puntuemos a las personas que hemos amado y a las que no hemos amado. También podemos preguntarnos si los seres queridos nos han dado tanto como nosotros les hemos dado a ellos. Pero estas preguntas, por más justas que parezcan, no hacen sino sembrar las semillas del resentimiento y la separación. Si contemplamos las relaciones desde esa perspectiva, podríamos empezar a ver a la gente de manera pasivo-agresiva para ver si realmente nos quieren. Y esto podría conducirnos al lado oscuro de crear nuestra propia realidad porque, en la medida en que buscamos problemas, empezamos a distanciarnos emocionalmente, abriendo así una brecha en la relación. Y si nos quedamos absortos en nuestras preocupaciones y resentimientos, podríamos reaccionar en consecuencia, aunque la otra persona no piense ni sienta como uno imagina. Muchas son las veces que ponemos pensamientos y sentimientos en las otras personas, construimos nuestra teoría sobre la mente del otro, y no sólo que no la corroboramos, si no que también le damos un estatuto de "verdad". Esta manera de conexión ilusoria con los otros, nos desgasta y nos angustia. Nos hace sufrir y nos separa de las personas que nos importan.



El Mindfulness para vivir en forma plena la interpendencia

Una de las principales características con la que el Mindfulness cuenta, es su base científica. Los programas de entrenamiento en Mindfulness, están sustentados con una sólida evidencia científica y empírica. En distintos laboratorios del mundo, muchos investigadores han demostrado y siguen comprobando la múltiple eficacia de estas herramientas.





No sólo modifica nuestro cerebro, nuestro sistema inmunológico, nuestra ritmo cardíaco y frecuencia respiratoria, si no también la forma en la que nos relacionamos con los otros, aumentando los niveles basales de empatía y amor pleno hacia todos los seres sintientes.

En este apartado, compartimos con todos ustedes las conclusiones de un estudio pionero que relaciona Mindfulness y las relaciones importantes. Aun que cabe aclarar que este tipo de estudios se han replicado y siguen demostrando que el Mindfulness es una herramienta con un valor inagotable para aumentar la sensación subjetiva de interdependencia.

Evidencias: existe un camino para abrir nuestro corazón


El Mindfulness es la clave (y una poderosa herramienta) para transformar este tipo de situaciones. En un interesante enfoque pionero llevado a cabo por el psicólogo Carson (2006), las parejas con una relación romántica participaron en una variante de un programa de reducción de estrés basado en Mindfulness (MBSR)  dirigido hacia el desarrollo de las habilidades propias del mindfulness interpersonal.

La evaluación del programa puso de relieve una mayor aceptación de la relación y felicidad de esas parejas y una mayor capacidad de enfrentarse también a las situaciones estresantes que inevitablemente aparecen en cualquier relación próxima. Una razón evidente para ello es que el mindfulness moviliza la empatía y la compasión.  Variables que alientan el contacto y la comprensión recíproca
Cuando las personas se sienten entendidas y conectadas amaina el viento de la reactividad. Y, cuanto más atentos estemos a la relación, más probable es que nos demos cuenta de la emergencia del miedo lo que, en lugar de desembocar en la reacción de evitación, sometimiento o contra-ataque puede llevarnos por el contrario a abrir deliberadamente nuestro corazón.

Si teme abrir su corazón, debe saber que no es el único. Esto afecta a muchas personas. Nuevamente, aquí cabe señalar que este modo de relación no-pleno puede estar siendo condicionado por la forma y entorno en el que hemos sido criados. A lo mejor su corazón se haya visto lastimado y condicionado a vivir un piloto automático temerario y con ansiedad social. 





De este modo, usted posee un  miedo intrínseco que  puede acabar obstaculizando las relaciones que nos gustaría tener. Vivir sin miedo, y en forma plena, es la propuesta de Mindfulness. Mediante este entrenamiento, su modo de vida y apertura se verán sanamente revolucionados y gozará de una salud social mucho más conectada. No sólo con las personas, también con los animales y plantas (seres que hoy más que nunca necesitan nuestra compasión, entendimiento y cuidados).

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