En entregas anteriores, hemos leído sobre el valor de una buena y consciente nutrición, más la importancia de comprender y estar plenamente atento (Mindful) a que la realidad humana es más que el cuerpo que habitamos y los alimentos que ingerimos. Una buena alimentación también considera: Las impresiones de los sentidos.
El segundo nutriente: Las impresiones de los sentidos
Las impresiones de los sentidos surgen de la actividad sensorial y las respuestas de los seis órganos de los sentidos; los seis objetos de los sentidos y las seis consciencias de los sentidos. Los seis órganos de los sentidos son los ojos, los oídos, la lengua, el cuerpo y la mente. Los seis objetos de los sentidos son la forma, los sonidos, los olores, los sabores, los objetos táctiles y los objetos mentales u objetos de la mente. Las seis consciencias de los sentidos son la consciencia del ojo (visión), la consciencia del oído (o escucha), la consciencia la de nariz (olfato), la consciencia del sabor (gusto) y la consciencia de la mente (pensamiento). Los objetos de la mente incluyen todos los aspectos fisiológicos, físicos y psicológicos de nuestros sentidos.
Lo que vemos, oímos, olemos, saboreamos, tocamos y pensamos, todo lo que sentimos en nuestro cuerpo y aquello de lo que somos conscientes en nuestra mente, es alimento para las consciencias de nuestros sentidos.
Durante las horas que pasamos despiertos, nuestros órganos de de los seis sentidos se involucran activamente.
Los nutrientes que ingerimos a través de nuestros seis sentidos pueden ser beneficiosos o nocivos, especialmente cuando intentamos alcanzar un peso saludable.
Un ejemplo de cómo nuestros sentimos se alimentan sin consciencia plena (Mindfulness)
Piense en un día en su vida. Al levantarse enciende la radio y suena su canción favorita. Puede oír la música porque sus oídos funcionan bien, y se siente alegre y desenfrenado. La canción persiste en su consciencia y durante las horas siguientes la canturrea y se sonríe a sí mismo.
Durante el paseo del almuerzo, escucha la misma canción en su reproductor de MP3, y eso le confiere ligereza y energía a sus pasos. Camina junto a un autobús con un anuncio lateral de una nueva serie de suspense en televisión, y usted almacena la información en su consciencia.
Después del trabajo se detiene en el supermercado con la intención de adquirir comida sana para la cena y compra una revista en la línea de caja. Hojeando sus páginas ve un anuncio de chocolate: La mujer del anuncio parece relajada mientras disfruta de ese capricho.
Mientras espera su turno, usted puede ver y oler los chocolates que hay junto al pasillo de la caja, y decide echar unas tabletas de chocolate a la cesta. Esa noche, enciende el televisor para ver la serie cuyo anuncio vio durante el paseo de la tarde. A medida que avanza el programa, se vuelve denso y crispado, porque hay muchas escenas espeluznantes y cargadas de tensión. Siente entonces deseo de chocolate y decide tomar una onza antes de ir a la cama, pues en algún lugar de su consciencia tiene la impresión de que el chocolate le ayudará a relajarse. Esa noche, tiene un sueño vívido atravesado por la tensión y el temor. Se despierta tenso. Se lleva otra onza de chocolate para picar en el trabajo y a lo largo del día.
Incidencia de los medios de comunicación en nuestras conductas alimentarias
No hay pasajeros en la nave espacial tierra: todos somos tripulantes. Tu elección cambia el rumbo del mundo y del universo |
Al ver televisión, leer una revista, ver una película o jugar a un vídeo juego, consumimos impresiones sensoriales. Muchas de las imágenes a las que estamos expuestos a través de los medios de comunicación plantan en nuestra consciencia las desagradables semillas del anhelo, el temor, la ira, la violencia y la propaganda.
Las imágenes, sonidos e ideas que resultan perjudiciales pueden arrancar el bienestar de nuestro cuerpo y nuestra consciencia.
Si nos sentimos nerviosos temerosos o deprimidos puede deberse a que hemos absorbido un gran número de toxinas a través de nuestros sentidos sin habernos dado cuenta de ello.
Sea consciente de lo que mira, lee o escucha, y protéjase de las emociones negativas y las nocivas ideas que promueven consumismo.
Los mass media, promueven objetos materiales efímeros y rápidos. Usted sabe que el verdadero sosiego, y la verdadera paz, está en su interior; en las personas que ama y lo aman, y en aquellas cosas simples de la vida.
En éste punto, la práctica de la meditación Mindfulness, resulta muy útil para fortalecer el lazo entre nosotros mismos y los objetos que nutren nuestros sentidos. Reafirmando el camino de la salud y el bienestar a su paso.
Mindfulness es revolución
A lo mejor, lo que verdaderamente necesitamos es dar un paso atrás y repasar profundamente nuestras verdaderas necesidades. Y una de las formas de hacerlo es convertirnos en observadores conscientes del mundo gobernado por el mercado, vivir para la imagen/exterior, el programa de turno, la propaganda y la publicidad. Ésta última -la publicidad- está concebida para crear una necesidad donde no hay ninguna; y debe funcionar porque las empresas gastan cientos de miles de de millones de dolares al año.
Con frecuencia ocurre que en los anuncios vemos cómo la adquisición de ciertos alimentos o aparatos se presentan como el antídoto a nuestra inseguridad, a nuestra soledad y a nuestra infelicidad. Las personas que en los anuncios consumen helados, autos, ropa, enjuagues para el cabello, yogures o comida rápida; parecen estar muy felices al consumir estos productos. Muy satisfechas y vibrantes.
Nuestra mente absorbe y almacena esas impresiones sensoriales sin censurar su contenido. Más tarde, no es de extrañar, que nos encontremos a nosotros mismos comprando estos productos y buscando esa frívola felicidad que posteriormente fue implantada en nuestra consciencia.
La consciencia crea la realidad
Podemos elegir resistir a estos mensajes, pero será más fácil si elegimos conscientemente limitar nuestra exposición a los mismos.
Apague el televisor. Deje de leer revistas de forma distraída: son algunas posibles estrategias que lo ayudarán a corto plazo a conectarse con usted mismo e identificar cuáles son los nutrientes sensoriales que verdaderamente necesita.
Por otra parte, sabemos que los niños necesitan protección y un adulto que los supervise, mientras estén expuestos a la pantalla (ya sea de la computadora, de la televisión o de la consola de vídeo juegos). Sus mentes no están suficientemente maduras para comprender, en muchos casos, estos mensajes que tratan de influir directamente sobre nuestros cerebros. Y claro, que un adulto, puede ser mentalmente maduro para muchas cosas, puede -sin embargo- caer en las trampas de las ropas de marca, los autos último modelo, y la importancia de sobre-estimar el "tener" por sobre el "ser".
Conócete a ti mismo |
Estas distracciones estresantes nos pueden llevar a sentirnos confundidos. Y con esos síntomas que son propios del estrés, generalmente, las personas tienden a comer de más, y otras a comer de menos. Ninguna de las dos reacciones al estrés es adaptativa, ni resiliente ni funcional. De la misma manera que un protector solar nos protege la piel de los rayos U.V.; la práctica de Mindfulness (atención plena), nos servirá como escudo capaz de protegernos de los mensajes corrosivos y estresantes de nuestro entorno cotidiano.
A su vez, también, nos ayudará a filtrar y elegir las impresiones sensoriales positivas y beneficiosas que nutren las semillas de la paz y la felicidad en nuestra consciencia de modo que resulte menos probable que nos alimentemos de nuestras emociones negativas.
La práctica de Mindfulness simplifica la mente
Aprender a consumir impresiones sensoriales de acuerdo con la atención plena nos ayudará a reducir nuestra ansia, ira, temor, tristeza y estrés. Y en última instancia todo esto nos ayudará en nuestra búsqueda de un peso más saludable.
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TERCER NUTRIENTE
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