jueves, 24 de noviembre de 2011

Científicos de la Universidad de Yale demostraron que los meditadores pueden activar o desactivar áreas cerebrales

Introducción
Las zonas rojas son más activas,
en cambio las azules menos activas
Según un estudio de imágenes cerebrales realizado por investigadores de la Universidad de Yale, los meditadores experimentados parecen ser capaces de “desactivar” ciertas áreas del cerebro en diversas situaciones, por ejemplo, el área relacionada con soñar despierto, el autismo o la esquizofrenia.


Los meditadores son felices
Según Judson A. Brewer, profesor de psiaquiatría y autor principal de este estudio publicado en noviembre en Proceedings of the National Academy of Sciences,la capacidad de meditación está relacionada con aumentos en el nivel de felicidad. La comprensión de cómo funciona la meditación puede ayudar a la investigación de una serie de enfermedades:
“Se ha demostrado que la meditación es capaz de ayudar en múltiples problemas de salud, tales como, ayudar a las personas a dejar de fumar, lidiar con el cáncer e incluso prevenir la psoriasis”, afirmó Brewer.

Sobre el experimento

Imagen de Resonancia Magnética
El equipo de Yale realizó una serie de resonancia magnética en varios sujetos: aquellos con experiencia en la meditación y en otros sin ella, mientras realizaban tres técnicas diferentes de meditación. En su estudio descubrieron que los meditadores experimentados disminuyeron la actividad de su cerebro en un área conocida como "RED DE MODO POR DEFECTO", la cual está implicada en los lapsos de atención y diferentes trastornos como el déficit de atención, la ansiedad o el trastorno de hiperactividad.
La disminución de la actividad en esta red, se ha observó en aquellos individuos con experiencia en la meditación, independientemente del ejercicio que estuvieran realizando.
Es decir, la meditación verdaderamente disminuye las respuestas automáticas. Y entre el estímulo y respuesta, abre una brecha de espacio en la cual, la libertad y la felicidad es algo humanamente posible.

Conclusión
“La capacidad de las personas para meditar y mantenerse concentrada ha sido parte de las prácticas filosóficas y contemplativas desde hace miles de años”, dijo Brewer. “Por el contrario, las características de muchas enfermedades mentales constituyen una preocupación por su propia causa, una condición que la meditación parece afectar. Esto nos brinda una pista sobre cómo podrían trabajar clínicamente los mecanismos neuronales”.

 
Vía: Yale University

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