jueves, 8 de septiembre de 2011

Agua, cerebro y bienestar + un ejercicio de Mindful Eating

Centro cerebral para el registro de la sed
 El centro cerebral de la sed, esta ubicado anatómicamente en el tronco encefálico, y  es controlado por el sistema nervioso autónomo. Es decir, que las sensaciones de sed, como de sueño, la respiración, etc. no los controlamos mentalmente. Dicho mecanismo es un mecanismo débil. Es decir, que es tan débil que con frecuencia el 37% de los seres humanos lo confunde con hambre. Aún una deshidratación imperceptible retardará el metabolismo tanto como un 3%. Sólo con un reforzamiento en nuestra atención, podría aliviarnos de este defecto evolutivo del cuerpo humano.

Agua y el impulso a comer
Por otra parte, otros estudios científicos sugieren que un vaso de agua calmará el hambre a media noche en casi un 100% de los casos bajo dieta reductora (Universidad de Washington). Además, y en relación a las funciones cognitivas básicas,  el descenso de tan sólo un 2% de agua en el cuerpo puede causar pérdida momentánea de memoria, atención, control del estado de ánimo, irritabilidad, dificultad con las matemáticas básicas y problemas al enfocar la vista.

Es sabido que se recomienda tomar al menos un litro y medio de agua por día. En otras palabras, y en relación al cuidado de la salud en general, el beber un mínimo de 8 vasos al día disminuye el riesgo de cáncer de colon en un 45%, además de rebajar el riesgo de cáncer de mama en un 79% y reducir la mitad de probabilidades de desarrollar cáncer de la vejiga.

Beber Agua es saludable
De acuerdo con los expertos, estos cuidados no son opcionales, son obligatorios si queremos que nuestro cerebro funcione de una manera óptima. Y si estamos estresados, debemos aumentar a 16 vasos de agua al día.

Casi como todo nuestro cuerpo, el cerebro es básicamente agua. El 90% del volumen de nuestro cerebro está compuesto por agua y es el principal vehículo de las transmisiones electroquímicas. Por lo tanto, nuestro cerebro es nuestro secretario general para con la vida. No lo descuides, bebe agua.

Las personas normalmente no beben tal cantidad para evitar la molestia de tener que orinar seguido; un inconveniente menor a cambio de una mejora en su salud. Si el color de tu orina no es de un amarillo muy pálido o mejor aún, sin color, no estás ingiriendo suficiente agua (esto no se aplica si estás tomando vitaminas del complejo B, que producen un natural color amarillo).

Bebes al menos algo de agua?
El hablar de beber agua, no se refiere al café, té o sodas. El agua embotellada y/o de manantiales es la mejor. Estudios preliminares indican que beber de 8 a 10 vasos de agua al día podría significativamente aliviar muchos malestares en el 80% de las personas.

Mindful Eating: La práctica de un consumo consciente
Algunas de las prácticas de meditación de Mindfulness Pilar, en el área de Mindful eating, consisten en sentirle "sabor al agua".
Inténtalo en tu casa:
1) Procura unos minutos de calma y tranquilidad. Desconéctate de las preocupaciones que invadan tu mente. Relájate profundamente.
2) Comienza a  beber agua en una forma lenta y tranquila.
3) Siente cómo responde tu cuerpo, especialmente tu lengua y boca.
4) Siente, cada sorbo de agua como único (en realidad lo es). Concentrate en contemplar el agua, observa el vaso y permítete contagiar a tu mente con la pureza del agua, siente su tranquilidad.
5) Luego préstale atención al sabor del agua, al olor del agua, escucha atentamente -como si tu vida dependiese de ello- el sonido del agua en el vaso.Siente el agua táctilmente. Relajate con su suavidad.

A lo mejor, luego de esa experiencia lenta y conectada contigo mismo, compartas conmigo que la felicidad y el sosiego, se puede encontrar en un simple vaso con  agua. El agua, tiene un sabor que desde toda la vida, estuvimos pasando por alto.

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