martes, 2 de septiembre de 2025

cuento: el jardín de las espinas y las flores

Hola 
Les recordamos que abrimos nuevamente la agenda para talleres y psicoterapia para el mes de septiebre-octubre.

Pero ya que estas aca; te regalo un cuento. Que tengas buena semana 

*El Jardín de las Espinas y las Flores*

Había una vez un pequeño jardín escondido en el corazón de un valle. Su tierra era fértil, pero durante años nadie había cuidado de él. Solo crecían espinas, zarzas y maleza. Parecía un lugar olvidado, donde el sufrimiento de las plantas atrapadas entre las espinas se sentía en el aire.

Un día, llegó al valle un anciano con una mirada cansada pero serena. Había viajado por muchos lugares buscando algo que ni él mismo sabía nombrar. Cuando vio el jardín, sintió una punzada en el pecho. "Este jardín", pensó, "es como mi alma: lleno de heridas y descuidado". Sin saber por qué, decidió quedarse.

El anciano comenzó a trabajar. Cada día, con manos temblorosas pero firmes, arrancaba las espinas, cortaba las zarzas y removía la tierra. Al principio, el trabajo era doloroso. Las espinas se clavaban en su piel, y parecía que por cada maleza arrancada, otra brotaba. Había días en que el cansancio lo hacía pensar en abandonar, pero algo lo detenía: una pequeña flor silvestre que había encontrado creciendo entre las espinas. Era pequeña, pero su color vibrante le recordaba que la belleza aún podía nacer del caos.

Con el tiempo, el anciano empezó a notar cambios. Donde antes solo había espinas, la tierra comenzaba a respirar. Las primeras flores aparecieron tímidamente. Al verlas, el anciano comprendió algo importante: el sufrimiento del jardín no era eterno, pero el cambio requería paciencia y trabajo constante.

El anciano también comenzó a cambiar. Sus manos, al principio torpes, se volvieron hábiles. Su cuerpo, aunque viejo, se llenó de una energía nueva. Mientras cuidaba el jardín, sentía que también estaba cuidándose a sí mismo. Las heridas de su pasado, los recuerdos que lo perseguían, comenzaron a desvanecerse poco a poco, como las espinas arrancadas de la tierra.

Pasaron los años. El jardín se transformó en un lugar lleno de vida. Flores de todos los colores bailaban con el viento, y los pájaros cantaban sobre los árboles que habían crecido. El anciano, aunque había envejecido aún más, se sentía más joven que nunca. Una tarde, mientras miraba el jardín en todo su esplendor, dijo en voz baja: "El sufrimiento fue necesario, pero no eterno. El cambio es un acto de amor, y el amor es lo que transforma".

Cuando el anciano murió, su jardín siguió floreciendo, como un recordatorio eterno de que incluso en los momentos más oscuros, el cambio siempre es posible. Solo hace falta tiempo, paciencia y un poco de fe.

lunes, 25 de agosto de 2025

descuento hasta diciembre del 2025

Hola por motivo de nuestro decimocuarto aniversario ofrecemos esta bonificacion especial 

Los talleres pueden ser presenciales, remotos o híbridos

Namaste

domingo, 20 de julio de 2025

La fábula del bambú y el helecho

La fábula del bambú y el helecho
En un bosque lejano, un joven leñador decidió dedicarse a la jardinería. Quería crear un hermoso espacio lleno de plantas y flores, así que eligió plantar dos especies: un helecho y una semilla de bambú.

El helecho creció rápidamente. Su verde brillante llenó el lugar en tan solo unos días. Por otro lado, la semilla de bambú permanecía bajo la tierra, sin mostrar señales de vida. A pesar de esto, el leñador no se rindió. Día tras día, regaba la semilla, la cuidaba y confiaba en que algún día brotaría.

Pasaron semanas, luego meses, y mientras el helecho seguía creciendo y embelleciendo el jardín, el bambú no daba ningún indicio de progreso. Algunos amigos del leñador le dijeron que estaba perdiendo el tiempo, que debía arrancar la semilla y plantar otra cosa. Pero él, lleno de paciencia, decidió esperar.

Finalmente, después de cinco años de cuidados y dedicación, la semilla de bambú rompió la tierra y comenzó a crecer. Pero lo más sorprendente fue que, en pocas semanas, el bambú alcanzó una altura de más de 20 metros. Lo que el leñador no sabía era que, durante esos cinco años, el bambú había estado desarrollando profundas raíces bajo la tierra, preparándose para sostener su gran altura.

**Moraleja:**  
La paciencia y la perseverancia son recompensadas. A veces, los mayores logros toman tiempo porque necesitan bases sólidas. Aunque el progreso no sea visible al principio, cada esfuerzo cuenta para el resultado final.

martes, 24 de junio de 2025

novedades

Les informamos que el mes que viene Mindfulness Pilar cumple 14 años.
Y para agradecer, hasta noviembre estará vigente la siguiente promoción:

2×1 en taller de 5 encuentros modalidad remota a 180k (los dos participantes )

En cuanto a la terapia basada en mindfulness (no incluye la psicoterapia clínica cognitivos conductual para depresion y ansiedad) a 90k 4 sesiones 

El pago debe ser en una sola cuota y las clases que te ausentes sin previo aviso deberán ser abonadas (salvo excepciones )

PD: además estamos programando una actividad teorica práctica pero presencial para fin de año cl técnicas nuevas e información actualizada para darle una mano a la fundación educativa Luces en para los niños en Navidad 

Esperamos contar con tu ayuda. Pero si venis mejor 😋

Info mindfulnesspilar@gmail.com