miércoles, 10 de octubre de 2012

Algunas consideraciones básicas sobre los cojines para la práctica de la Meditación

Los almohadones o cojines para la meditación son utilizados para hacer más fácil, cómodo y efectivo el ejercicio de la práctica diaria de la meditación.  El tipo de almohadón que uno elige para meditar, determina por defecto, el tipo de postura que uno asumirá a la hora de nuestra práctica en cuestión. Por tal,  es que es sumamente importante ésta elección. Una buena elección en el cojín, nos puede potenciar los beneficios generales que la práctica de la meditación provee.
 


En líneas generales, el cojín ayuda a mantener la espalda erguida y respetar la postura esencial del tipo de práctica de meditación que hayamos elegido para desarrollar. Como se sabe, para cualquier sistema de meditación, la posición física del cuerpo en el espacio es sumamente importante, y en cierto punto, determinante.

 Historia de los almohadones de meditación en el Budismo
Es poco el material que se tiene registrado sobre los comienzos de la implementación de cojines de meditación en la historia del Budismo en general. Sólo existen algunas pocas referencias y anécdotas sobre cómo es que fue necesario la manufactura de los mismos. Tampoco se sabe mucho sobre cuáles fueron los materiales con los que se construyeron los primeros almohadones de meditación.
En las crónicas y folklore del budismo Zen y Tibetano, hay algunas referencias claras al malestar que una mala postura.  Aunque no existe mucha más información al respecto, también se sabe que en algunas prácticas avanzadas, el meditador se sienta en un piso duro o una roca incomoda, con el objetivo de permanecer más consciente.
También, hay una fábula del Budismo Zen, en el cual un practicante, sentado en un suelo duro, saca callos en su trasero.

Significado
La meditación sentada, es una práctica que se desarrolla y perfecciona durante toda la vida. Por tal, es que es sumamente aconsejable, que uno tome –como consideración preliminar- la buena elección de un almohadón de meditación para evitarse dolores y hacer de la meditación una práctica en un entorno favorable con cierto confort, que nos permita estar suficientemente despiertos como para no dormirnos, ni suficientemente incómodos como para no poder concentrarnos más allá del dolor de la postura inadecuada.
De todas maneras, en la búsqueda del despertar de la budeidad, no es aconsejable el exceso de lujos y comodidades, es cierto que una falta de consideración del cuerpo, puede obstaculizar el camino “al despertar”.  Un malestar físico profundo, nos alejará de nuestro objeto de meditación y nos impedirá alcanzar un estado de paz mental duradero.
La buena postura, permite una buena circulación de la energía y la columna vertebral recta vitaliza el cuerpo físico en general. Entonces, aunque parezca nimio, un buen cojín de meditación puede facilitarnos el acceso a los beneficios y profundidad de la práctica meditativa.

Función
Los almohadones de meditación prestan apoyo al cuerpo para que éste, pueda alcanzar una postura óptima. Básicamente, un cojín de meditación configura la columna vertebral de una manera tal, que facilita al practicante la postura del loto, medio loto o la postura de rodillas en el suelo. Entonces, mediante el apoyo en el almohadón, el meditador progresivamente, va aprendiendo a mantener recta su espalda, sin curvaturas, dándole así la posibilidad a la mente de poder enfocarse plenamente en lo que se tiene que enfocar.  Esta postura reduce al mínimo el estrés físico y evita potenciales lesiones y daños físicos.

Tipos de cojín
El modelo de almohadón de meditación más extendido en los practicantes de meditación es el Zafu. Este, es un cojín redondo, de unos 35 cm de diámetro, y frecuentemente de unos 20 cm de altura. Los Zafus en la actualidad están cosidos a partir de tres piezas de tejido fuerte, normalmente negro: dos piezas circulares de igual diámetro para la tapa superior e inferior del cojín y un rectángulo largo de tela que cosido por ambos bordes con las demás piezas entre ellas. Tradicionalmente, los Zafus se rellenan con kapok o alforfón (trigo sarraceno).
También existen los almohadones que se llaman “Zabuton”. El “Zabuton” es un cojín rectangular de aproximadamente 76x71 cm utilizado bajo el Zafu para hacerlo más confortable y como mejora de apoyo para el Zazen. La cobertura exterior suele estar hecha de tela fuerte y cuenta con una cremallera a lo largo del borde para poder lavar cómodamente el interior de algodón.

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