martes, 17 de enero de 2012

Uno es más que los alimentos que come: El tercer nutriente




Introducción

En entradas anteriores, hemos ido compartiendo distintas perspectivas que nos llevan a concluir que uno es más que los alimentos que come, y el cuerpo que habita. A su vez, pudimos ir desglosando qué es lo que nos alimenta, pudiendo inferir así, que nuestros nutrientes principales no vienen sólo de la mano de los alimentos. El primer nutriente que mencionamos fueron los alimentos y bebidas, el segundo las impresiones de los sentidos, y aquí y ahora, en ésta cuarta entrega, compartimos algunas visiones sobre el tercer nutriente: La volición.

Tercer Nutriente: La volición ¿Qué es la volición?

La palabra "Volición" encuentra un sinónimo en la siguiente aserción, a saber: VOLUNTAD. Es decir, que la volición, es un acto de voluntad.
Expondremos unas definiciones de voluntad, para que podamos ir cotejando su importancia en la vida real, y especialmente, en nuestros hábitos de alimentación y en la práctica de Mindfulness. Si bien la voluntad, merece más de un capítulo aparte, aquí expondremos estos términos en forma somera, como para que el molino de nuestra mente, procese estos datos y junte más energía para inmiscuirse en este asunto que atañe al Mindfulness y la alimentación.

El diccionario on-line de la Real Academia Española, figura las siguientes definiciones para el término voluntad:
      1.
f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta.

2. f. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola.
3. f. Libre albedrío o libre determinación.

4.
f. Elección de algo sin precepto o impulso externo que a ello obligue.

5. f. Intención, ánimo o resolución de hacer algo.

6. f. Amor, cariño, afición, benevolencia o afecto.

7. f. Gana o deseo de hacer algo.

8. f. Disposición, precepto o mandato de alguien.

9. f. Elección hecha por el propio dictamen o gusto, sin atención a otro respeto o reparo. Propia voluntad

10. f. Consentimiento, asentimiento, aquiescencia.



"Hay una fuerza motriz más poderosa
que el vapor, la electricidad y la
energía atómica: la voluntad."
A. Einstein
La voluntad como nutriente del ser
En limpio, la voluntad es algo así como obtener  o realizar nuestros más profundos deseos, de conseguir lo que queremos y cumplir nuestros objetivos. Sin lugar a dudas, seamos de la cultura que seamos, nuestros deseos  gobiernan nuestras acciones diarias, desde la más simple a la más compleja. Lo que queremos, determina y condiciona nuestras aspiraciones personales.
De modo que cualquier practicante serio de Mindfulness, a diario y casi con una frecuencia de "cada una hora" debe indagar: "¿Cuál es mi deseo más profundo en esta vida?"

Hemos de observar, también, profundamente en nuestro interior,  y no contentarnos con la primer respuesta que surga y sea emanada a la pantalla de la mente.

Nuestros deseos, no siempre están a simple vista, y generalmente, usa algún "disfraz" para acceder a nuestra consciencia (a éste punto, la profusa literatura psicoanalista brinda más que brillantes conclusiones sobre cómo nuestra mente más atenta y consciente es engañada segundo a segundo, por nuestros aspectos más instintivos e inconscientes).

Debemos descubrir que tipo de energía nos motiva a ser quien somos, y hacer lo que hacemos. Gran parte de las ataduras del "ego" serán liberadas cuando podamos vernos frente al espejo y decirnos compasivamente, cuál es la naturaleza de esa energía y cuál es el crisol en que nuestro deseo se manifiesta y a qué condicionamiento responde.

¿Nuestros deseos son una senda a la infelicidad o a la felicidad?

"Mi felicidad consiste en que sé apreciar
lo que tengo y no deseo con exceso
lo que no tengo." - Leon Tolstoi
El deseo es un tipo de alimento que, sin lugar a duda, brinda y ofrece mucha energía. Si nuestro deseo es saludable -como por ejemplo "voy a estudiar más intensamente para aprobar un examen porque quiero ser médico y salvar vidas", quiero cuidar el medio ambiente, quiero vivir en forma más sencilla, quiero donar mis objetos en desuso, etc- con el tiempo, y a medida que vayamos materializándolos, iremos aumentando nuestro nivel de felicidad, compasión y bienestar.


Todo el mundo busca la felicidad, aunque no todos buscan la felicidad de toda la humanidad, pero sigue habiendo una energía interna que nos va a soplar al oído algunas pautas para que alcancemos la felicidad que tanto añoramos. Ahora bien, y en un acto de "sincericidio", reflexione sobre las veces que usted no obedece a esa sabia voz interna, y revelándose a la misma, obra de manera opuesta a los designios de su sabiduría; para posteriormente, arrepentirse y sentirse culpable por su obrar. ¿No es acaso esto una actividad cotidiana en el ser humano esto de no obedecer a su maestro interno?

Todos tenemos las semillas para la felicidad, pero ¿Quiénes tienen la voluntad de regar estas semillas en forma asidua, como primer acto del día?
En definitiva, es nuestra voluntad, nuestra fuerza de voluntad, la que nos puede brindar un plus energético para que podamos cumplir nuestro designio de ser felices y vivir en forma equilibrada.

Para entender la voluntad, debemos comprender qué nos hace felices

La búsqueda incesante de la felicidad nos puede hacer sufrir mucho, y sólo conducirnos al abandono, al rechazo y a la negación.
¿Qué es lo que te hace feliz?
Algunos creen que la felicidad es tener mucho dinero, fama, poder, estar a la moda, tener el último celular, etc. Sin embargo, ésto suele ser sufrimiento disfrazado de felicidad, ya que éstas, están construidas sobre el sufrimiento del otro (No vale la pena profundizar sobre el abuso de personas que las grandes compañías ejercen sobre las personas pobres y necesitadas para construir sus mercaderías ¿Verdad?)

No obstante, a éste punto quiero aclarar que no es que se postule que el deseo de producir dinero en sí mismo sea malo. No es malo, siempre y cuando, la búsqueda de esa posesión material, no inflija daño a los demás y no se consiga mediante la explotación de la naturaleza ni de los seres humanos u otros animales. Y por otra parte, vale agregar que muchos millonarios usan su dinero en forma compasiva, y que a su vez, mucha gente que ni siquiera es rica, usa su dinero en la senda del altruismo y la generocidad. ¿Es malo entonces el dinero, o es malo el uso que a éste le demos?

Nuestro más profundo deseo es la base de todos nuestros actos

Debemos analizar profundamente a la naturaleza de nuestra volición para ver y comprender si nos está empujando en dirección de la liberación o de la esclavitud. Comprender si nuestro deseo nos hace presa del egoismo y la mesquindad, o en su defecto, nos hace seres compasivos, atentos, sabios y plenamente humanos. Insisto ¿Qué es lo que deseamos en lo más profundo de nuestros corazones? ¿Es fama, dinero, poder, sexo, objetos de marca? ¿O encontrar la paz interior, una vida sencilla y plena, vivir el momento presente y desarrollar la ecuanimidad? ¿Verdaderamente, invertimos el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir nuestros objetivos?

A este punto, nunca está de más decir, que todas las tradiciones de sabiduría que han influenciado al humano para el cambio de consciencia positivo, nos aclaran una y otra vez, casi hasta el hastío, que la verdadera felicidad se revela cuando estamos en paz con nosotros mismos.

Mindfulness es una herramienta para comprender nuestros deseos y re-educar la mente

Mindfulness es simplificar la mente
La práctica sistemática de Mindfulness, nos posibilita  ver claramente y sin mentiras, cuáles son nuestras verdaderas voliciones, cuál es nuestra voluntad y cómo ponemos en práctica nuestras más oscuras o luminosas motivaciones. Mindfulness, no sólo consta de la práctica de meditación formal. También, brinda pautas de auto-observación compasiva, que nos facilita despejar el camino a nuestros contenidos internos.



Nos ayuda a mantener y despertar amistad con nosotros mismos y todo el planeta, nos ayuda a aceptarnos tal cual somos, y a poder vivir en forma sencilla y agradecida el momento presente, sea como sea, sin juzgar y con un tinte de paciencia.

Mindfulness, nos da un espacio entre el estímulo y la respuesta, en suma, es fundamental a la hora de ver y comprender nuestro condicionamiento alimenticio. Es decir ¿Qué es lo que quiero comer? ¿Qué alimento me hace bien y cuál me hace mal? ¿Ingiero alimentos que me sanan o ingiero alimentos que me enferman? ¿Cuál es la naturaleza de este malestar que me empuja a los excesos de comida, alcohol, cigarrillo, drogas, pornografía o una vida sedentaria?

Por otra parte, una vez que re-educamos concientemente nuestra mente, en cada comida, podremos manifestar, y en cierta forma decretar y expresar nuestra voluntad de ser felices. Por ejemplo, si nuestra voluntad es luchar por un mundo mejor, antes o durante la comida en sí; reflexionar si nuestros alimentos son compasivos y si hubo o no sufrimientos de otras personas para que éstos alimentos sean obtenidos. A su vez, reflexionar sobre si estos alimentos serán bien o mal recibidos por nuestro organismo, y qué impacto tendrán a la larga y a la corta. O simplemente, motivarse sintiendo que los alimentos que estamos comiendo, nos darán la energía suficiente para poner en práctica nuestra voluntad de ser felices y estar mejor.

Conclusión

En definitiva, si retomamos las definiciones de "Voluntad" de la Real Academia Española -sin perder de vista todo lo antedicho- y lo relacionamos con Mindfulness y Alimentación, concluimos que Mindfulness (aplicado a la comida) es la acción de ordenar nuestra nutrición mediante el pleno uso de nuestro libre albedrío, con plena atención, amor, cariño, afición, benevolencia y afecto.

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