viernes, 2 de diciembre de 2011

Resiliencia y estrés

La palabra resiliencia según el diccionario de la Real Academia Española es: "Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas."

¿Por qué hay quienes consideran la adversidad como un reto y le atribuyen un sentido mientras que otros, por el contrario, la contemplan con miedo? Una característica clave, en este sentido, es la resiliencia, que ayuda a las personas a ver las cosas de manera diferente y a responder más adecuadamente.

Hace ya varias décadas, la investigadora y psicóloga Suzanne Kobasa descubrió que los individuos menos estresados mostraban una tasa más elevada de control, compromiso y disposición para enfrentarse a un reto (Kabat Zinn, 1990). El control se refiere, en este sentido, a la creencia de que uno puede influir sobre su nivel de estrés y ansiedad, mientras que el compromiso se refiere a la disposición a dar lo mejor de uno mismo y a soportar más dificultades. Considerar la adversidad como un reto supone dar la bienvenida a las situaciones difíciles y contemplarlas como una oportunidad para aprender y crecer. De manera parecida, el sociólogo médico Israelí Aeron Antonovsky descubrió que quienes habían sobrevivido a situaciones de estrés extremo tenían, sobre sí mismos y sobre el mundo, lo que denominó una sensación de coherencia intrínseca (Kabat Zinn, 1990), que se caracteriza por la capacidad de contemplar los retos como algo que puede ser entendido y gestionado y que puede proporcionar lecciones muy valiosas.

Existe un conocido caso, de un muchacho llamado Frank que, siendo niño, contrajo la polio y se vio obligado a pasar un par de años en un pulmón de acero, nos proporciona,  un ejemplo muy claro. La enfermedad acabó convirtiéndole casi en un cuadripléjico que sólo puede mover el pie derecho, pero en lugar de encogerse ante el reto de vivir una vida plena, Frank aprendió  a moverse utilizando una furgoneta automática que maneja moviendo el pie derecho, se   licenció en informática y trabaja con un ordenador que controla con un palo que mueve con la boca.

Son muchos los problemas a los que Frank se enfrenta cotidianamente, porque no puede abrirse la cremallera, alimentarse, vestirse ni rascarse y cada noche debe colocarse en un respirador. Según dice, cuidar de sí mismo es como cuidar de un bebé, pero su actitud vital es extraordinariamente positiva. Y cuando le preguntan cómo llegó a ser tan resiliente, responde “no tardé en darme cuenta de que preocuparse es algo completamente improductivo. Yo prefiero ver el lado positivo de las cosas”
Frank presenta muchos de los rasgos que se asocian a la resiliencia al estrés. Tiene una profunda sensación de coherencia a pesar de los retos y dificultades a los que cotidianamente debe enfrentarse. Frank es, en este sentido, todo un ejemplo, que pone claramente de relieve que hasta la mayor adversidad puede ser considerada como un reto que se ha de superar. ¿Quién sabe, por más que avanzar hacia lo desconocido pueda resultar aterrador, lo que podemos descubrir o el modo en que podemos beneficiarnos del desarrollo provocado por lo que aprendemos? Son muchas las cosas que podemos perdernos si nos alejamos de la vida.

Utilice su práctica de Mindfulness para ser consciente de las viejas pautas que ya no contribuyen a su salud y bienestar. Cuanto mayor es nuestra capacidad de contemplar el mundo con una mente de principiante (ver las 7 actitudes para la práctica de Mindfulness), más caminos se abren hacia la libertad.

El siguiente cortometraje nos muestra, desde una visión artística, un ejemplo claro de resiliencia.

1 comentario:

  1. Espectacular... Nunca había visto algo que me hiciera emocionar tanto con su enseñanza. Realmente, gracias por compartirlo en el blog, me enseñó muchísimo.

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