lunes, 5 de septiembre de 2011

Meditación y Neurociencias, un estudio científico más que demuestra que entrenando tu mente, cambiás tu cerebro

En buena fe:
 La siguiente entrada, es una mejorable traducción personal, realizada del artículo publicado en Scientific Midfulness, el día 6 de abril del 2011. Para ver la nota original, diríjase al siguiente enlace:
 http://www.scientificmindfulness.com/2011/04/neural-correlates-of-focused-attention.html

 Aclaración: cuando en el artículo se habla en primera persona, refiere al autor original del texto, y no al traductor.

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Correlatos neurales entre atención focalizada y la práctica de meditación (fMRI) 

Un antiguo compañero de postgrado, me envió un ingenioso estudio de neuroimagen realizado por un grupo de investigadores en Italia. El artículo comparaba 8 monjes budistas y 8 practicantes novicios de meditación. Los monjes del estudio, formaban parte de una tradición Budista de Tailandia, fundada por Ajahn Chah. Estos monjes, promediaban las 15.750 horas de experiencia práctica en meditación. En cambio,  los novatos aunque  expresaron su interés en la meditación, no tenían ninguna experiencia previa en la práctica de meditación. No obstante, para el estudio se les dio 10 días de práctica antes del estudio.

Usando una resonancia magnética funcional (fMRI),  los investigadores registraron los patrones del cerebro durante un bloque de horas que implicaban períodos alternantes de atención focalizada (FA) y  control abierto (OM). Los autores indicaron que para aquellos familiarizados con las prácticas budistas, FA corresponde a la meditación Samatha (Pali: calma mental) y OM era una forma de Vipassana (Pali: la visión clara o comprensión). Los participantes alternan entre los 6 minutos de Samatha y Vipassana, con 3 minutos de  no meditación, y descanso.

El artículo, en general, utiliza un lenguaje demasiado  técnico. Con resultados muy específicos en relación a qué partes de la neuroanatomía se utilizan  dependiendo de las formas de atención que el meditador realice. Pero, en general, los resultados sugieren que la práctica de la meditación es la encargada de reorganizar la actividad cerebral. En otras palabras, los meditadores experimentados mostraban un patrón de actividad cerebral que los novatos no podían mostrar al realizar las mismas tareas cognitivas (en éste caso, la atención).

El proceso de re-organización cerebral, se conoce como Neuroplasticidad Cerebral. Antiguamente, se creía que el cerebro era como una piedra sólida, que no podía modificarse. Es decir, que uno nace con un cerebro  que biológicamente, está incapacitad para modificarse. En cambio, nuevas modalidades de investigación y grandes descubrimientos neurocientíficos, han demostrado ésta sorprendente capacidad “plástica” del cerebro.

El cerebro es dúctil y se re-organiza a sí mismo. Es decir, el cerebro puede modificarse.  Siguiendo ésta línea de investigación en neuroplasticidad cerebral, se han realizado muchos estudios cotejando la neuroplasticidad cerebral con la práctica de Mindfulness. Los resultados, siempre sugieren que la meditación en general, traza nuevos surcos cerebrales, y aumenta la conectividad entre las neuronas.

El artículo original del cual se baso el autor para hacer el anterior escrito es:
- Manna, A., Raffone, A., Perrucci, M.G., Nardo, D., Ferretti, A., et al. (2010). Neural Correlates of Focused Attention and Cognitive Monitoring in Meditation. Brain Research Bulletin, 82, 46-56.

1 comentario:

  1. Biologicamente el cerebro tiene una plasticidad natural que va disminuyendo con los años. Sin embargo, esto no significa que a través de ciertas prácticas como la de la meditación o la yoga, no se pueda promover o potencializar y mantener.
    Como terapeutas de pareja sabemos esto porque lo vemos conductualmente en las personas que atendemos cuando trabajamos sobre el sistema de creencias.

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